top of page

Decisiones al límite

  • Foto del escritor: Helga Flamtermesky
    Helga Flamtermesky
  • 14 ago 2023
  • 3 Min. de lectura

Durante los meses de cáncer de Pau nos enfrentamos a situaciones de tensión adicional, en las que tuvimos que tomar decisiones valientes para no caer al vacío y no enloquecer.

 

El momento más complejo lo vivimos hace un año. Kristian decía “es como si estuviéramos en una guerra: no hay tiempo para digerir una noticia terrible que ya se desencadena otra!”.

 

La semana comenzó cuando Kris y yo decidimos ir a un cementerio para hacernos una idea de lo que suponía esa realidad que nos esperaba. Entramos cogidos de la mano, asustados. Solo alcancé a decir “esta no era la casa que había soñado para Pau”.

 

Volviendo del cementerio nos entró una llamada: habían ingresado de urgencias al papá de Kris. Diagnóstico: leucemia. Se encontraba bien de ánimos y de fuerzas, y no le dimos mayor importancia. Pero no lo dejaron ir a casa. Tuvimos entonces que organizar la logística, para estar pendientes tanto del hijo como del abuelo.

 

Sin embargo, los médicos ponían mala cara y el jueves indicaron a Kristian que la leucemia era aguda y que las células malignas se estaban multiplicando a un ritmo frenético. Plantearon la necesidad de un tratamiento de choque y alertaron a Kris que “si tu papá no responde al tratamiento no sobrevivirá el fin de semana”. Quedamos paralizados, al borde de una crisis nerviosa. Nos abrazamos repitiendo “¡esto no puede ser, no puede estar pasando esto!”. ¡Teníamos que lidiar con la posibilidad de pensar en el entierro de mi suegro al mismo tiempo que el de nuestro hijo! 

 

Abrazados nos dijimos “Paremos un momento! Tenemos que asumir esto desde el amor, y tomar decisiones con calma”. Eso implicaba no dar paso a la rabia o al desconsuelo. Enfrentaríamos la nueva situación con cuidado y amor hacia mi suegro (a quien llamábamos Opa), mientras sentíamos que el mundo se nos caía encima.

 

Ese día teníamos concertada visita con la funeraria. Asistimos con la duda “¿en serio nos va tocar organizar dos funerales, primero el de Opa y luego el de Pau?” O peor aún… “¿se van a morir al mismo tiempo?”

 

Ese fin de semana fue tenso. Incluso nuestra perra Kiubo, siempre tan pendiente de nuestros ánimos, se acercó a Kris y lo consintió especialmente. Y logró, efectivamente, bajar la tensión. (En otra ocasión os contaré el papel que esta perra ha jugado en todo este proceso con Pau).

 

Afortunadamente los médicos lograron frenar la leucemia galopante y pudieron iniciar un proceso de quimioterapia “normal”. Dos semanas después le dieron permiso al Opa para asistir al funeral de Pau. Llegó en silla de ruedas, débil, y no tuvo fuerzas para acompañarnos al cementerio. Pero a los pocos días le dieron el alta y vivió medio año más, con una calidad de vida envidiable dadas las circunstancias. Cuando llegó su momento, el recuerdo de como Pau enfrentó su final de vida le ayudó en el suyo. Tengo la certeza de que se fueron juntos.

 

Un año antes, mientras Pau iniciaba la radioterapia, a mi suegra le detectaron un cáncer de pecho. Por fortuna no era grave. Pero sí que fue curioso que durante la misma época nuestro hijo y mis dos suegros estuvieran todos afectados por el cáncer. Es como si la familia estuviera vinculada por unos hilos invisibles, por unas ondas donde el impacto sobre Pau acabó sacudiendo también a sus abuelos.

 

Nosotros, Kris y yo, podríamos habernos ahogado en ese tsunami. Habría sido fácil caer en el abismo. Pero, con la fuerza y el amor con que Pau nos sostenía logramos reaccionar a tiempo, y tomar las decisiones que nos permitieron mantener el equilibrio. 



ree
Pau con sus abuelos paternos

 
 
 

Entradas recientes

Ver todo
Catarsis

Sin ti, ahora todo te extraña. Las paredes crujen, las termitas enojadas se han comido las puertas. La puerta de acero se hace ancha para...

 
 
 

8 comentarios


Invitado
29 ago 2023

Sois muy valientes

todo mi cariño para vosotros

hoy en mis sueños os abracé

Me gusta

Elsa Muñoz
Elsa Muñoz
21 ago 2023

Que gran enseñanza de fortaleza y resiliencia, helga y Cris su historia muestra cuan grande es el amor, aun cuando nos haga transitar por el dolor. Todo mi cariño y admiración 💜

Me gusta

Invitado
18 ago 2023

El amor es lo opuesto al miedo. Somos más resilientes de lo que creemos. Mi amor y admiración a Pau, el Opa, Helga y Kris. Los quiero, admiro y abrazo ❤️😘 Adri O

Me gusta

Erikaefl2000
16 ago 2023

Buenos momentos

Me gusta

Invitado
15 ago 2023

Helga y Kris han convertido una historia de terror y desolación en algo mucho más complejo. Una historia donde también ha habido mucho amor y donde nos hemos reído a veces tanto como hemos llorado.

Me gusta

Envíame un mensaje y dime lo que piensas

¡Gracias por tu mensaje!

© 2035 Creado por Tren de ideas con Wix.com

bottom of page