La semana de la despedida

Hace un año no sabíamos que esa sería la última semana de Pau. Sabíamos que pasaría pronto pero no cuándo.

La semana estuvo llena de momentos emotivos, donde Pau quería brindar por la vida, o cuando los médicos vinieron a visitarlo y dijeron “este ya es el final”, y Pau al momento se levantó de la cama y se metió en la piscina. También nos dio los abrazos más fuertes, tiernos y finales.

La semana estuvo marcada por la llegada de piezas de arte que pusieron palabras a lo que Pau hubiera querido decir, y a lo que nosotros estábamos sintiendo.

Naira y LLorenç hicieron una canción que se llama “Alto voltaje”, y a Pau le gustó. La escuchamos en el momento perfecto cuando justo Pau estaba activo, comiendo helado. Día de risas.

También hicimos una escultura de las manos de Pau, Kristian y yo entrelazadas. Mientras metíamos las manos en la arcilla nuestra perra colocó su mano encima también. Un momento de mucha ternura.

A los pocos días Cristina y Sergio, nos trajeron una escultura que el artista colombiano Duván López le regaló a Pau. Cuando la escultura llegó fue tan impresionante ver lo que representaba que fue uno de los momentos en los que lloramos. El nombre de la escultura ya era impactante para nosotros: “El cel és al cor de l’ésser que viu en pau” (El cielo está en el corazón del ser que vive en paz). Como veis en la foto, es un cuerpo con un agujero en el pecho. Mientras tomábamos fotos pude ver a través del hueco en el pecho la cara de Pau, así entendí que era un agujero que me invitaba a mirar a través del corazón. Ese agujero simbolizaba algo que necesitábamos en ese difícil momento, una luz que viniera de un agujero y que iluminara la oscuridad que sabríamos produciría la muerte de Pau.

Escultura de Duván López

Después llegó una canción que compuso para Pau la cantautora Marta Gómez, grabada en compañia del músico Nicolás Ospina, a quien Pau había visto un mes atrás tocando jazz en las fiestas mayores de Sant Cugat.

Nos sentamos los tres en la cama a ver el vídeo donde están Marta y Nicolas interpretando la canción. Al final de la misma Martha dice “Pau estarás siempre en nuestros corazones”. Y Pau lloró y lloramos los tres, fundidos en un abrazo. La canción permitió en ese instante tener un momento de despedida. Le pregunté a Pau si tenía miedo y dijo que no. Fue un momento muy tierno, emotivo y, como siempre, Pau no se quedó en la tristeza y cambió la energía del momento a modo tranquilidad.

Esa última semana, como si Pau presintiera el final, tuvimos momentos de alto voltaje, como cuando Pau en la noche se levantó de la cama con determinación para brindar con un whisky que tenía guardado para una ocasión especial. Y todos en casa, Kristian, Maritza, Anita, los perros y yo, revoloteábamos para estar al ritmo que Pau marcaba.

Pau brindó por la vida.

Nuestro último abrazo, conscientes que podría ser la despedida. (Abrazo al finalizar la canción de Marta)